viernes, 28 de agosto de 2009

Cholas de esqueleto

Antes de las cholas Reef, de los buggies, incluso antes de las bermudas, cuando eramos muy niños todos llevábamos bañadores cortos (que hoy están de moda otra vez) a la playa, junto con una toalla de Seven Up (bueno que llevaba nuestra madre), nada de protector solar (en cualquier caso aceite o crema bronceadora que se ponía nuestra madre y que nosotros odiábamos) y sobre todo nuestras cholas de esqueleto.
Las cholas de esqueleto eran la última maravilla de la aerodinámica. Diseñadas especialmente para bañarnos sin tener que quitarnos el calzado eran especialmente útiles si íbamos a una playa de pedruzcos o con simpáticos erizos escondidos por doquier.
Simpático era el resultado de ver nuestros pies, una vez quitado tan peculiar zapato, y como el resto de nuestro cuerpo lucía un global moreno y nuestros pies tenían un tono más blanquecino salpicado con una líneas más oscuras.
Realizadas en un 95% plástico transparente auténtico y 5% de metal (la hebilla) no recuerdo ver a ningún niño sin estas cholas en la playa.
Posteriormente se realizaron en diferentes colores: rojo, azul, amarillo, verde y todas transparentes.
Como todo lo Ochentero seguramente volverán a estar de moda, si no lo están ya estás útiles "cholas de esqueleto".

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